La educación requiere un contacto
humano. Es decir de la presencia mínima de un hombre que actúe como emisor o interventor (maestro) y que
posibilite la recepción y asimilación de estímulos, información, patrones u
objetivos, contextos congruentes, etc., que permitan a un perceptor o educando construir su personalidad y el conocimiento.
En este sentido la educación puede ser intervención e influencia de un hombre
sobre otro o la interacción entre ambos. [1]
Los medios de comunicación
atraen la atención de millones de personas, algunos autores, aseguran que estos,
es una orientación y una formación de vida: transmitiendo ideología, educando
para la creación y mantenimiento del tipo de hombre necesario para la
estructura dominante.
En cualquier
medio se halla una ideología desde el “inocente” cuento infantil hasta una
noticia o aviso publicitario. [2]
Por ello es de
suma importancia, el conocer y explorar cada uno de los contenidos que se nos “venden”
dentro de los medios de comunicación (sea: tv, radio, periódico, internet,
libro, publicidad, etc.) ya que lo que lo único que nos ofrecerán será el de
brindarnos una posibilidad de orientar
nuestras vidas, ya sean la pública o la privada.
[1] Cuevas Monjaras, Lauro Alejandro.
(2001). “La radio y la televisión de las escuelas y facultades de periodismo y
comunicación como alternativa para fortalecer la comunicación educativa
institucional: el caso de la Universidad Salesiana de la Ciudad de México”.
Tesis de licenciatura en Ciencias de la
Comunicación. Escuela de Ciencias de la Comunicación: Universidad
Salesiana. p. 35
[2] Solís Solís, Juan de Dios. (1998). “Influencia televisiva y autoestima en
adultos”. Tesis de licenciatura en Psicología. Facultad de Estudios
Superiores Iztacala-UNAM. p. 27
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